Es importante mantener las hojas de tus plantas libres de polvo ya que esto le facilitará la obtención de la luz solar que necesita para crecer. La limpieza de las hojas también ayudará a mantenerla libre de insectos indeseables.
Las hojas lisas se pueden limpiar fácilmente con un paño húmedo o una esponja mojada en agua limpia, sin aditivos. Es recomendable limpiar el paño o esponja antes de usarlo con otra planta para evitar pasar los insectos o enfermedades de una planta a otra, en el caso de que estuvieran presentes, o eliminarlos y utilizar elementos limpios.
Las plantas con hojas peludas (pilosas), como las violetas africanas, se deben cepillar delicadamente con un cepillo suave sin agua para eliminar el polvo y la suciedad, por ejemplo, un pincel pequeño. Si utilizas agua para limpiar las plantas de hojas pilosas, se formarán manchas en sus hojas que no podrás eliminar.
Otras plantas como los helechos, se pueden limpiar con un chorro suave de agua o pulverización. Cuando el clima es cálido, a veces es más fácil llevar la planta al aire libre y darle un fino rocío de agua por todos lados. Cubre la superficie de la maceta con algo impermeable para no empapar la tierra, rocía la planta como si se tratase de una fina lluvia y agita suavemente para evitar el exceso de agua. Por último, idealmente deja que la planta se seque en un lugar protegido de la luz directa del sol y del aire antes de devolverla al interior.
En los casos en que una plaga se ha alojado en el follaje de tus plantas, y existan secreciones pegajosas y/o a ellas adheridas polvo o tierra, hay alternativas conocidas como "shampoo foliares", que al ser aplicados en forma de aspersión en repetidas oportunidades, ayudan a limpiar estos residuos y permiten a las hojas recuperar su brillo natural. Es importante seguir las indicaciones del fabricante en el caso de utilizar estos productos, en cuanto a frecuencia de aplicación y cubrimiento.
También existe la alternativa de diluir un par de gotas de lavalozas en agua y utilizarla para limpiar las hojas, pero hay que poner especial atención a la cantidad de producto y el tipo de éste (si es concentrado o tiene elementos adicionados), además que hay que tener presente que existen plantas mas sensibles a las que se les puede dañar el follaje con aplicaciones mal efectuadas.